El proceso de sublimación digital permite una mayor penetración de la tinta en la superficie a estampar y obtener imágenes con alta definición, nítidas, de tonos vivos y brillantes. Es un resultado de alta durabilidad. Hay que tener en cuenta que si la superficie a sublimar no es blanca (o en todo caso, plateada o dorada), el color sublimado cambia de tonalidad.

Puede aplicarse a artículos con tejido de poliéster (al menos un 60%) o que incorporen recubrimiento especial de poliéster: prendas, forros de cojines, bolsos u objetos como tazas, vasos, portafotos, etc.

También puede utilizarse la sublimación para fotografía de alta calidad o artística, teniendo en cuenta que los soportes seleccionados sean adecuados. Por ejemplo, se pueden crear murales para utilizar en decoración de interiores, o carteles publicitarios.

Para realizar un estampado por transfer, se necesita un tejido de algodón, ya que sobre otras superficies no ofrece tanta durabilidad.